De manera constante, liberamos energia al hablar, al movernos, al pestañear, incluso al respirar, y la recuperamos, comiendo, etc... lo cual significa, que no nacemos y morimos con la misma energia, sino que esta es solo un combustible de paso que necesitamos repostar al terminarlo.
Por lo tanto, cuando morimos, solo somos la energia de los últimos recursos energéticos que hemos tomado.
De la misma manera, ahí reside la conexión entre el organismo vivo que llamamos Planeta y entre todas sus especies.
Nuestra energia liberada, puede haber pasado en poco tiempo de un perro a una flor, de esa flor a otro ser humano, de ese ser humano a un caballo, absorbida por otro ser vivo de la misma manera que la hemos liberado nosotros, por lo cual, una parte de nosotros en este momento forma parte o se complementa de otros seres, al igual que la parte que antaño fue de otros muchos, ahora está formando parte de ti al leer estas líneas.
Solo se transforma...
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