Tras una tarde de Domingo, tirado en el sofá con un gran bol de palomitas de microondas y viendo por enésima vez la "Opera prima" de Matrix, me tomé al fin la pastilla roja (Ya sabeis, la que te lleva a la realidad)
Me di cuenta de que no estamos tan lejos de que Matrix sea una ironía, aun y sin saberlo los guionistas de la película.
Hay un momento del film, en que un agente de la película le explica a Neo que el comportamiento humano es parecido al comportamiento de un virus. Le cuenta que no existe ninguna otra especie que trate como nosotros tratamos al Planeta, y que tomamos un huesped, y cuando le explotamos sus reservas cambiamos de localización dejando atrás un largo episodio de masacre y aniqulación, para volver a empezar de nuevo en otro lugar que hasta el momento no conocia la capacidad destructiva de nuestra especie.
Quizás en la película, la pastilla roja es de rápida elección y de más rápido aun efecto...
Pero cuando te haces vegetariano, de alguna manera estás optando por tomar esa pastilla roja.
Ya que empiezas a rebelarte con una sociedad de consumo que no ves clara, tomas consciencia de la realidad, y lo mejor es que la vuelta atrás te hace sentir mal, puesto que en tu despertar, te has vuelto más altruista con el medio que te rodea.
Entonces te das cuenta de que la población que te rodea, simplemente tiene miedo de abrir los ojos, no sea que tuviera que dejar de disfrutar de las comodidades de un Mundo que le han hecho a su medida.
Miedo a un cambio.
Por desgracia, esto no es un Mundo tomado por las máquinas, esto es real. Y tomar esa pastilla roja, es lento, duro y hay poca información sobre sus ingredientes.
Pero el Mundo necesita que tomemos esa pastilla roja...
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